jueves, 28 de enero de 2016

Corea del norte v/s Corea del sur: una vez más en la mira.

Por Ailín Viltre Nuviola

Dos rostros de una nación enfrentada
Por estos días la península coreana vuelve a estar en la mira de la comunidad internacional. Internet se inunda de noticias cuyo centro es el conflicto Corea del Norte v/s Corea del Sur. Cerca de 70 años han transcurrido desde la división del territorio por el denominado paralelo 38° y aún continúan las pugnas.
Esta vez el titular que acaparaba a los usuarios en la red de redes, se refería a un nuevo ensayo nuclear llevado a cabo por Corea del Norte. Según informaciones publicadas por El País, en su sección Internacionales, esta es la cuarta prueba nuclear y la primera en la que utilizaba una bomba de hidrógeno.
Las miradas del mundo guiadas por los medios de comunicación acusan a Pyongyang de un nuevo intento para la desestabilización de la península. Luego de la Resolución 2087 del Consejo de Seguridad de la ONU en enero de 2013, nuevamente Corea del Norte puede ser sancionada por este organismo.
El interés por la desnuclearización de la península ha sido tema de discusión de la Organización de Naciones Unidas, y particularmente de Estados Unidos y sus aliados.
Tras la serie de pruebas nucleares de 2013, bajo la presidencia de Kim Jong-un, la posesión de este tipo de armamento se justifica con el propósito de defender la integridad territorial y el derecho de este pueblo a la libre autodeterminación.
El líder norcoreano, denominado por muchos dictador, al igual que otras potencias armamentistas utiliza la estrategia de la disuasión nuclear, para confrontar las amenazas de sus enemigos históricos, dígase Estados Unidos, Corea del Sur o Japón. Válido es destacar que todas estos ensayos se han realizado bajo el gobierno de Kim Jong-un, y lejos de calmar estos enfrentamientos, los ha agudizado más.
Las tensiones entre estas naciones han estado vigentes durante un largo tiempo, desde la Guerra de Corea en 1950. En este periodo los intentos por la reunificación han estado en la agenda de ambos países. Las dificultades para la anhelada articulación, probablemente estén dadas porque ambas naciones tienen sistemas políticos diferentes y ninguna de las dos está dispuesta a ceder.
Por un lado, Corea del Sur con una economía capitalista bien fraguada, con grandes adelantos científico-tecnológicos, que se traducen en beneficios para su población, y en la otra cara de la moneda Corea del Norte, con un sistema socialista, muy cuestionado internacionalmente, que se enfrenta a dificultades económicas por las sanciones impuestas a lo largo de los años, pero con ciudadanos fuertemente vinculado a sus tradiciones socialistas y dispuestos a defenderlas.
Y en este vaivén, de dime que yo te diré, haz que yo también haré ¿los más afectados?, las miles de familias que separadas por el paralelo 38°, llevan décadas sin encontrarse. Al parecer el largo alejamiento de más de 60 años, se compensó con los tres días, que en agosto de 2015, estos familiares tuvieron para verse.
Las Coreas se encuentran atrapadas en un torbellino que aún no se vislumbra termine. Detrás de la fachada, los intereses de Estados Unidos, en una vertiente, y en la otra, los de Rusia y China; y evidente es, que ninguno de los implicados permitirá aumente el área de influencia del otro.
Este conflicto se suma a la larga lista de disputas internacionales que por estos días protagonizan la prensa internacional y que evidencian las interminables luchas por el poder, que desde tiempos inmemoriales acompañan el camino de la humanidad. Unos luchan por mantener lo que han construido, mientras otros, en ocasiones bajo falsos pretextos, atacan, y derrumban todo a su paso.

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